jueves, 20 de septiembre de 2012

Meditaciones Zen


 






Habla simplemente cuando sea necesario.
Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca.




El Universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la Naturaleza nos ha dado.




Aprende a ser como el Universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones
y sin prejuicios. Porque siendo como un espejo, sin emociones,
aprendemos a hablar de otra manera.




No te des mucha importancia y sé humilde, pues cuanto más te muestres superior,
inteligente y prepotente más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives
en un mundo de tensión e ilusiones. Sé discreto, preserva tu vida íntima; de esta
manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila.




No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada sin tomar conciencia
profunda de la situación te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza
en aquellos que muy fácilmente dicen "sí".




Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma
tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en tí mismo y la sabiduría.




Si realmente hay algo que no sabes o no tienes la respuesta a la pregunta que
te han hecho, acéptala. El hecho de no saber es muy incómodo para el ego,
porque le gusta saber todo, siempre tiene razón.




Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo
lo que todavía no has resuelto de tí mismo. Deja que cada quien resuelva
sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida.




Practica el arte de no hablar. Toma un día a la semana para abstenerte de hablar
o por lo menos algunas horas al día.










 

No hay comentarios:

Publicar un comentario